Diseñados en un comienzo para escalar montañas o ir de esquí, hoy en día se les ha reconocido su espacio en el diario trajinar.
Puede traer una práctica bolsa plástica con cierre, conveniente para guardarlos en el interior sin ensuciar la mochila después de su empleo y transportarlos.
Los de correa encajan en cualquier zapato, los Semiautomáticos tienen puntas frontales para alpinismo vertical, los automáticos tienen un gatillo en la parte posterior.
Si escoges puntas metálicas, es conveniente guardarlos en una caja pequeña de plástico, de las que tienen grapas de cierre en la tapa.
Están construidos en 2 bloques que se unen mediante una articulación en los modelos más viejos, o bien una barra graduable en los modernos.
Para escaladas de alta dificultad técnica existen aquellos que tienen tan solo una punta frontal, para conseguir mayor precisión en apoyos pequeños.
Un buen par puede perdurar por múltiples años o temporadas según el uso que les des, por lo que es una enorme inversión.
Son el complemento perfecto para piolets de escalada, pues hacen que el recorrido sea considerablemente más cómodo y seguro para quienes los utilizan.